martes, 26 de enero de 2010

GRAN HERMANO R.I.P.

Nos encontramos en el plató del programa estrella de un importantísimo canal de Televisión privada, situado en las afueras de Madrid.

Mercedes Milá III está tensa, pese a su larguísima trayectoria como periodista y presentadora es consciente de que esta noche va a tener lugar el mayor acontecimiento televisivo de todos los tiempos. La cadena espera superar el récord de la primera expulsión: casi un 70% de share. Una obscenidad.

Mercedes Milá III está lista para entrar en directo, dan fe de su nerviosismo dos evidentes rodales de sudor que se marcan en las sisas de su, por lo demás impecable, disfraz de caracol diseñado por Totó Callejas.
Entre el numerosísimo público se encuentran los concursantes eliminados, así como familiares, amigos y seguidores de los finalistas.

-Muy buenas noches y bienvenidos a la Gran Final de la Primera Edición de Gran Hermano R.I.P.- Arranca Mercedes Milá III a una señal del regidor.
Sus nervios han desaparecido por completo y la vemos llena de energía y aplomo frente a las cámaras. Así continuará el resto de la velada.-Como sabéis, de los 10 concursantes que se embarcaron hace ya más de tres meses en esta aventura, sólo quedan en la casa-limbo los tres finalistas.¡Los tres primeros finalistas de Gran Hermano R.I.P., señoras y señores!
Sólo uno de ellos se alzará con la victoria, y esta noche sabremos quién.
Cerramos nuestros teléfonos exactamente en estos momentos.
Conectamos en directo con la casa-limbo.

En un enorme monitor de plasma vemos el gran salón de la casa. Sentados en el sofá y cogidos de la mano están los tres finalistas del concurso: Jacques-Yves Costeau, Edie Sedgick y Mario Moreno, conocido como Cantinflas.

-Buenas noches, habitantes de la casa.-Saluda Mercedes Milá III.

La expresión de los finalistas es grave. El comandante viste un impecable traje de tres piezas y zapatos italianos de cordones. Es tal vez el más preocupado en estos momentos: cree que la audiencia puede castigarlo por su reciente affair sexual con la joven Edie.
El aspecto de Cantinflas no es tan distinguido, a pesar de que su traje ha sido cortado a medida con tela de la mejor calidad. Cree contar con el cariño del público, ya que ha estado nominado prácticamente todas las semanas y siempre ha sido salvado finalmente. Aún así, no puede dejar de mover la rodilla: se está jugando la Vida Eterna, y eso es demasiada presión para cualquiera.
Edie Sedgwick, sin embargo, no parece nerviosa. Aunque seria, su diminuta figura parece irradiar calma. Una de las condiciones que refleja su contrato es poder contar con una rayita de caballo en los momentos más tensos. Esto no impide que sus maquilladísimos ojos castaños nos parezcan inmensos y transparentes. Viste con una sencillez que sería excesiva de no ser ella tan bonita. Su pelo decolorado y despeinado y su delgadez perfecta consiguen que el simple vestidito a rayas que combina con medias opacas y zapatos planos luzca más que cualquier prenda de alta costura.

Tras intercambiar unas palabras con los concursantes, Mercedes Milá III da paso a la publicidad. Al final de la pausa la audiencia conocerá por fin al ganador de Gran Hermano R.I.P.

Apple ha comprado los doce minutos de pausa para emitir un mini-programa sobre un nuevo y revolucionario hardware de realidad virtual. ¡Se trata del anuncio más caro de la Historia!

Édouard suelta mi mano y sus ojos se desvían involuntariamente en dirección a la pequeña tele que hay en la habitación. Esto no me hubiera importado, si no fuera porque su reacción ha coincidido con la madre de todas las contracciones.
Mientras pronuncio el nombre de su madre, seguido de una retahíla de epítetos cariñosos, Édouard vuelve a mirarme. Comprende que la niña está llegando. No podrá comprarse ningún juguetito cuyo nombre empiece por I- en los próximos 25 años. Vértigo. ¿Qué artefactos electrónicos, indescifrables para nosotros, nos exigirá que le compremos nuestro bebé adolescente? En esto y muchas cosas más piensa mientras pulsa el avisador y retoma mi mano. Sé que tiene miedo. Trato de que no note que yo lo tengo. Mi mente, el Aleph; mi coño, una herida; mi expresión, un intento de don´t worry.

Llega una enfermera apresurada. No quiere perderse la Final. Yo tampoco, ¡no te jode! En estos momentos estaría mucho mejor en mi casa. La muy puta me dice que aún falta. Me inyecta Sulfato de Magnesio, para detener las contracciones. ¡Qué hija de puta! Mientras, Édouard sale pitando en busca de un médico. No va a encontrarlo. En la tele sale ya la careta del programa y la enfermera se ha sentado en la silla para no perder detalle.

-Muy buenas noches, de nuevo, preparados para conocer por fin al ganador de la Primera Edición de Gran Hermano R.I.P., pero primero, vamos a repasar los momentos más emotivos de este concurso que tan hondo ha calado en los telespectadores.

Imágenes del primer día, en el que los 10 concursantes entran en la casa. De la controvertida expulsión de Pepe Rubianes a causa del escándalo causado por sus polémicas declaraciones en el Confesionario, del polvete que echaron Edie Sedgwick y Keith Moon el día de Navidad, de la misteriosa desaparición de Sharon Tate, de las lágrimas de Alfonsina Storni cada vez que tenía que nominar y sus broncas con toda la casa…

Y esto es todo. Sólo supe quién había ganado después. Era demasiado tarde para detener el parto. Ningún médico acudió en mi ayuda. Mi marido se quedó en la sala de espera, hipnotizado por la tele, la enfermera que me acompañaba era una zombie catódica: no fue capaz de oír mis gritos ni el llanto de mi niña hasta que aparecieron los créditos. De poco me sirvió, entonces ya llegaba el doctor y nos examinaba para certificar que todo había ido bien. A Édouard se le caía la cara de vergüenza, . Le perdoné. Siento que, desde otra perspectiva, presenció el nacimiento de nuestra pequeña Edie.

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