lunes, 11 de enero de 2010

11 Enero

2010 empezó un 11 de Enero bastante frío. En el Telediario no se hablaba de otra cosa: "¡Dios mío! ¡La mayor ola de frío que jamás asoló Europa! ¡Nieve en cotas bajísimas! ¡Todos nos resfriaremos! ¡Es la venganza de la Naturaleza! ¡Vamos a morir todos!"

Una llamada avisando de que hoy tampoco iba a cobrar la despertó. Cariño hace un ruidito y se da la vuelta para abrazarla. La noche anterior había perdido la cartera, aunque conservaba esperanzas (pronto defraudadas) de recuperar documentos, dinero y tarjetas.

Decidió seguir durmiendo un ratito más con él, con Cariño. Y durmió. Y soñó con Primavera, con excursiones, con un estanque y con una cueva que se convertía en edificio gótico: Su Neogótica Facultad, la de Letras, la de Barcelona, la de la misma Plaza Universidad, la del . . . .
Soñó que era de nuevo muy joven. Que sabía todo lo que sabe ahora, que podía cambiar su Historia.
Soñó que era muy mala. Que llamaba y amenazaba de bomba. Soñó que huía de la Universidad y ganaba algún mes que otro en la Vida. Soñó que las Mayúsculas la obedecían.
Y aún soñó más: soñó con ese lugar maldito en donde había pasado tantas horas podridas el último mes: Su último empleo. 22 dias. Ocho horas diarias. Once de Enero. Cero Euros, ¿es o no es para ir y prender fuego?

Más allá del frío, Cariño la despertó. Eran como las dos y media ¡Las dos y mierda!: Sólo por esto ya sabía que su Día no iba a ser un éxito.

Comieron sopa de sobre y salmón caducado: paradojas post-navideñas. No se lo acabaron, aunque aún estaba bueno. Cariño planeaba un viaje, ella estaba triste, pero no es una cosa de decir cuando una presume de moderna, liberada e independiente. Por lo tanto, vieron la tele. Y , por suerte, ella hizo acopio de lo que sea y, por pocas ganas que tuviera, se dio una ducha, se maquilló y se puso su vestido. Su agencia quería hacerle unas fotos. La tía pretendía ser actriz o algo así, aunque estaba ya un poco hasta el coño, como quien dice.

El vestido era muy bonito, el mismo que se puso en Fin de Año, aún sin lavar. El pelo no se lo lavó tampoco: no le sobraba el tiempo.
Maquillaje precipitado, vestido y pelo semilimpios (por aquello del vaso medio lleno), pero seguía siendo bonita. Eso creía ella, au moins.

¿He dicho que el vestido era muy bonito? ¿He dicho algo de lo bien que le quedaba? Sólo que tenía las medias rotas. Sólo que había esperado hasta el último momento para pensar en eso. No vivía lejos, pero no tenía tiempo de ir a su casa a cambiarse las medias por otras menos obviamente rotas. Cariño le dio dinero: "Cómprate unas medias, por lo que más quieras". Ella guardó los euros pero no compró medias. Muy raro sería que en las fotos se notasen los bujeros de sus rodillas. Y si se notaban, ¿Qué? Más sexy, coño.
Junto a la cartera perdida estaba su tarjeta del Metro. Aún cuando tenía dinero, trataba de ahorrarse el billete, pero últimamente y después de dos pilladas casi consecutivas, se sentía incapaz de colarse. Usó el dinero de Cariño para pagar el billete (cuyo precio acababa de aumentar con el Año Nuevo, por supuesto)

Le hicieron unas fotos, habló con su agente, se publicitó tan bien como supo y la mandaron a un cásting al que no quería ir.

Porque había un cásting, un cásting para el anuncio de un coche. Una Mierda Pinchada En Un Palo. No se le ocurría una buena excusa para decir que no iba, así que fue..
Ella trata de no hacer publicidad, pero le venía (casi) de camino. A falta de trabajo, de euros y de algo mejor que hacer, creyó que no tenía elección. Fue al cásting. Quiso suicidarse. Estamos hablando de una chica tirando a maja, pero sus competidoras jugaban en otra liga. Qué bonito es sentirse la más cutre del plató, con un vestido de fiesta, el pelo sucio y las medias rotas... Eso es asco, quién lo probó lo sabe...

No está acostumbrada a esto, pero es que la rodeaban varias mujeres de esas cuyas virtudes nos esforzamos en devaluar:
"Demasiado pecho es vulgar"
"Demasiado alta. Poco femenino"
"Se ha operado los labios, ¿No es evidente?"
"De cara no es tan guapa"
etc.

¿Alguien se ha sentido alguna vez como Lina Morgan en una edito de Meisel?
Lo normal sería pensar que esas eran unas guarras, que se follaban al productor, que eran lo más lerdo que habías visto nunca...
Pues no. La vida es injusta: Algunas lo hacían bien. ¡Guapas y no subnormales! ¿Dónde acabará esto? De hecho, mayormente, lo hacían bien (Que tampoco era tan difícil, ojo- dijo la envidiosa).

Triste, volvió a su casa. Llevaba un par de días viviendo con Cariño, necesitaba, cambiarse de ropa y excusarse con su roommie por no haber pagado aún el alquiler. Importe que tampoco parecía probable que fuese a satisfacer en breve.

Su compañera de piso estaba triste. Había perdido un trabajo importante y discutido con sus padres, así que abrieron el vino y sacaron las drogas y pusieron la Música, así, a golpe de Lunes. Y se olvidaron todo durante unas horicas, ¿Quién podría reprochárselo?

1 comentario:

  1. Identificada en muchos momentos... Me encanta! Sigue escribiendo plis! estoy enganchada a tus historias... un abrazo!

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